¡De vuelta a la acción! Columna de Ale Llaneza

¡Hola amigos de Golf Shot Mexico!

Me da mucho gusto saludarlos otra vez.  Hoy me gustaría compartirles como fue el regreso a jugar torneos de la gira Symetra Tour.

El primer torneo fue en Battle Creek Michigan.  Nadie sabíamos cómo sería este regreso, pero si sabíamos que el tour iba a tomar todas las medidas posibles para protegernos a las jugadoras, staff y gente de la ciudad a la que fuéramos.  La primera parte de este proceso de precaución es que nos hacen pruebas de COVID-19 todas las semanas anteriores a viajar.  De esta forma se aseguran que nadie viaje habiendo salido positivo. 

Una vez en la ciudad, cada mañana antes de entrar al campo nos toman la temperatura y tenemos que llenar una encuesta al levantarnos para asegurarnos de no tener ningún síntoma.  Con la temperatura en rango, nos ponen una pulsera tanto a jugadoras como a caddies y staff y así se aseguran de que todos los que estamos adentro del campo estamos bien. 

Al principio fue muy raro, y había tantas cosas nuevas que considerar que me pasó algo muy chistoso.  Fui seleccionada para jugar el pro am del torneo 1 día antes de empezar la competencia, tenía todo preparado, hice mi rutina en la mañana de ejercicio y todo en orden.  Llego al campo, me toman la temperatura, revisan mi encuesta y en eso me doy cuenta de algo y le digo a la encargada “¡Ahorita vengo, se me olvidó un pequeño detalle en el hotel”. ¡Resulta que había dejado mis palos de golf en mi cuarto! Jajaja gracias a Dios el hotel estaba solo a 5 minutos del campo, y menos mal que traía la cabeza pegada porque si no también la hubiera dejado ahí. 

Si llegué al pro am y no pasó nada, pero ahí es cuando me di cuenta de que el descanso tan largo me había sacado de la rutina más de lo normal.  Cuando le dije a la de la LPGA que había olvidado mis palos se rió y me dijo, no te preocupes, no eres la única jajaja por lo visto muchas andábamos en las mismas.

Empezó el torneo y sentí la adrenalina y la emoción de competir otra vez. Me encanto poder tener la oportunidad de regresar a hacer lo que más me gusta y sentir esos nervios de los primeros hoyos.  Empecé con una ronda de 69 y eso me dio mucha confianza en el trabajo de preparación que hice.

  Los siguientes dos días fueron más alrededor del par, pero tuve la suerte de que mi amiga Ingrid Gutiérrez me ofreciera cadearme el ultimo día.  Me ayudó mucho su energía positiva y eso es lo padre de IGPM, que siempre intentamos ayudarnos y aprender de las demás. 

Después hubo una semana libre y la siguiente entré al torneo Marathon Classic de la LPGA en Ohio por mi ranking en Symetra.  Me encantó regresar a ese torneo y fue una motivación extra y un recordatorio de por que entreno tanto, ya que jugar en esa gira siempre es algo muy especial y al mismo tiempo algo que sé que todas las mexicanas tenemos la capacidad de hacer en cualquier momento.

Una de mis cosas favoritas que pasó en las últimas semanas fue ver a Sophia Popov ganar el British Open.  Sophia juega también en el Symetra Tour y como yo, entró al Marathon Classic por su ranking en Symetra. 

Tuvo una muy buena semana ahí, y eso le dio el pase para calificar al British Open que es uno de los majors más prestigiosos en donde Lorena nos demostró que ‘si se puede’ al ganarlo en el 2007. 

Después de esa semana en el Marathon Classic había un torneo en Phoenix y luego ya era el British Open, por lo que mucha gente le sugirió a Sophia que no jugara en Phoenix para llegar con tiempo a Escocia.  Ella dijo que no, ya que su plan era enfocarse en Symetra para conseguir algo de status en la LPGA el año que viene.  Fue a Phoenix en donde jugamos a 43 grados centígrados, y de ahí voló a Escocia confiando en su juego y viendo ese torneo como un ‘bonus’. 

Con esa misma actitud, sin expectativas, y con mucha confianza en ella misma, ganó el torneo sorprendiendo a todo el mundo y consiguió su tarjeta de LPGA por 5 años.  Fue algo que incluso muchos jugadores del PGA Tour reconocieron y aplaudieron.  Y para mí lo más importante fue el ejemplo que nos dio a todos de que las cosas no siempre se tienen que dar exactamente como las pensamos o planeamos. 

Ella simplemente estaba disfrutando la oportunidad, estando presente y confiando muchísimo en su juego.  Me gustó que nos recordó a todos lo que es posibles cuando, como dicen en Estados Unidos, “you think outside the box” se dio permiso de no ponerse limites, ni de intentar predecir un resultado y eso es lo que yo me llevé de ese torneo. 

Lo ganó alguien más, pero no nos deja de recordar el potencial que tenemos cada uno adentro de nosotros y por eso nos emocionamos y lo celebramos tanto, porque en el fondo sabemos que nosotros también podemos ganar nuestro British Open en nuestra vida diaria

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