Tiger Woods y The Open Championship, una relación muy especial

Estamos a tres semanas del cuarto y último Major del año: The Open Championship –o Abierto Británico– y, por supuesto, Golf Shot Mx estará presente, en vivo y en directo, para que no te pierdas detalles de la edición 151 del torneo de golf más antiguo sobre la faz de la Tierra, desde el Royal Liverpool, campo sede.

Durante las siguientes tres semanas, voy a dedicar mi columna a este certamen, con curiosidades sucedidas en la sede de este año. Decidí empezar, sin más preámbulos, con Tiger Woods.

El Open y el 15 veces ganador de Majors tienen muchas historias que contar.

Tiger Woods, campeón en el Royal Liverpool (2006)

La carrera de Tiger está llena de grandes momentos sumamente emotivos; por ejemplo, cuando ganó el Masters de Augusta 2019 rompió una sequía de 10 años sin ganar un Grande y celebró junto a sus hijos ya adolescentes, o en el US Open del 2008, en Torrey Pines, cuando se coronó un lunes después de 18 hoyos de desempate y con la rodilla completamente destrozada. En ninguna de esas victorias lo vimos derramar una sola lágrima. Hecho que el Abierto Británico lo ha conseguido en dos ocasiones.

Hace 17 años, en Royal Liverpool –campo que volverá a ser sede del Open en este 2023–, Woods conquistó su noveno Major, apenas dos meses después de la muerte de su padre. Una ronda final de 67 le dieron dos golpes de ventaja sobre Chris Di Marco, que curiosamente pocos meses antes había perdido también a su mamá y a causa de la misma enfermedad: cáncer.

Tiger, en cuanto embocó su último putt se fundó en un fuerte abrazo con su caddie de ese momento, Stevie Williams, y escondió el rostro en el hombro de su escudero mientras lloraba intensamente recordando a su padre. Es la única ocasión en la que hemos visto al que probablemente sea el mejor golfista de todos los tiempos, realmente vulnerable y en un largo llanto. A esa edición del Open llegaba como el campeón defensor, después de que en 2005 ganara el título por segunda ocasión en St. Andrews, consiguiendo uno de aquellos raros récords que solo Tiger pudo concretar. 

La Casa del Golf es un campo con 112 trampas estratégicamente posicionadas y comuflajeadas a lo largo de 18 hoyos. Muchas de ellas, solo las puedes ver cuando volteas del green hacia la mesa de salida. Durante las cuatro jornadas del recorrido, Woods logró evitar todas.

Un año después, en Royal Liverpool, logró un récord igual de raro e impresionante. A lo largo de los 72 hoyos que enfrentó para quedarse con el título, uso el driver únicamente en una ocasión; para Hank Haney, su coach de swing de ese momento, esta fue la semana en la que Tiger mejor le ha pegado a la bola en toda su carrera, tomando en cuenta sobre todo lo largo de sus segundo tiros al no usar la madera.

Con esta victoria, en Royal Liverpool, Woods se volvió el primer golfista en ganar este torneo en años consecutivos desde que Tom Watson hiciera lo propio en 1983.

El año pasado, durante la edición 150 del Open Championship en St. Andrews. El norteamericano estaba recién “recuperado” de un aparatoso accidente automovilístico que casi le cuesta una pierna y, a pesar de que se retiró del PGA Championship y no participó en el US Open, Woods no quiso perderse el histórico momento, en su campo favorito, por nada en el mundo.

Dos rondas bastantes irregulares lo dejaron fuera del corte. El viernes, al final de su recorrido mientras cruzaba el Swilcan Bridge, que conecta el tee del 18 con el fairway, el norteamericano recibió la ovación más grande en toda la semana del torneo, probablemente sería la última ocasión en que Tiger aún con alguna posibilidad de competir cruzaría el icónico puente, frente la mirada no solo de miles de aficionados, sino también de Justin Thomas y Rory McIlroy, dos de sus más cercanos amigos dentro del golf profesional y que en esos momentos empezaban su ronda. Tiger se quitó la gorra, saludó al público y se cubrió el rostro con la misma para esconder las lagrimas. 

Lágrimas en St. Andrews y Royal Liverpool, así como esquivar todas las trampas del retador Old Course y utilizar el driver una sola vez para ganar un Major. Son algunas de las muchas historias que Woods tiene con este campeonato y estas sedes.

Hace un par de semanas, a través de las redes del propio The Open Championship y de The R&A, nos enteramos que no estará presente para esta edición, un jugador que sin duda será muy extrañado.

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