El Hoyo perfecto para un Match Play
[AUSTIN] El Austin Country Club fue fundado en 1899, pero lo reubicaron a su actual locación en 1984. El nuevo trazo fue encargado a Pete Dye, quien construyó uno de los campos mas retadores y emocionantes que tiene el PGA Tour.
Los primeros nueve hoyos están cargados de tiros ciegos y, durante su recorrido, cruza la Montaña Bonnell, mejor conocida como Covert Park; a partir del 10, el campo se acerca al Rio Colorado, logrando una vistas inigualables.
Esta es la única semana del año que el campo se juega en este orden, ya que para los socios de este clásico y lujoso Country Club la vuelta del 10 es en realidad la del uno y viceversa. La razón de este cambio –además de logística a la organización del torneo– hace que el cierre sea espectacular para el formato de Match Play.
La bandera del 12 es un Par 5 largo de 578 yardas, con salida ciega y un segundo golpe con la misma característica. Este green es el primer pedazo de la propiedad que se encuentra con agua. Y el siguiente hoyo es uno de los trazos más emocionantes y llega en un momento ideal dentro de los partidos.
Una pata de perro de 317 yardas, de derecha a izquierda, rodeada por agua de ese mismo lado. Dos maneras muy claras de jugar este hoyo: un fierro medio al centro de fairway para tener un tiro franco al objetivo con un wedge en mano o, ser agresivo, en busca del green con el driver, para una definición clara de “risk-reward” (arriesga y gana).
Recordar que, en este formato Match Play, el score es lo de menos – pierdes el hoyo y a lo que sigue. Si aciertas el green, te vas con grandes posibilidades de ganar el punto y retomar la ventaja o bajar el déficit.
Con todavía cinco hoyos por delante –pero ya con 12 recorridos– la bandera del 13 obliga a los jugadores ser muy estratégicos cuando enfrentan esta obra de arquitectura. Puede ser el impulso para darle la vuelta o apresurar la derrota.
Como dato extra, para usted lector o lectora de Golf Shot Mx, visualmente es espectacular. El tee de salida está justo debajo del puente Pennybacker que atraviesa al Rio Colorado y, desde ahí, los peatones pueden parar a ver la acción o –si prefieren– acercar en lancha o barco al green y disfrutar de quienes se atreven a atacar al mismo de un solo golpe.
Uno de los hoyos que extrañaremos muchísimo a partir del próximo año.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, trabajando en sus dos grandes pasiones, el golf y el cine. Actualmente es periodista de golf con un programa de radio semanal en La Octava Sports y es conductor en el podcast Bola de Caimanes. Ha colaborado en TV en programas cómo Adrenalina Golf y en medios impresos como Reforma, Milenio y Golf & Spa.
Es también productor de cine donde ha producido películas como Gimme The Power, Ilusión Nacional.