¿Por qué es necesario frenar los golpes de los golfistas de alto rendimiento?
En 1934, el Hoyo 13 Par 5 en Augusta National tenía una distancia de 480 yardas; en 2022, alcanzó las 510, y, para la edición de este año, será de 545. ¿Por qué?
La USGA y The R&A, los rectores del golf, se unieron, investigaron y definieron cuál puede ser la fórmula para adaptar a este deporte a la actual era de jugadores profesionales y de élite con la fortaleza en sus salidas desde el tee.
Sin menospreciar las cualidades y disciplinas físicas, atléticas y metódicas al más alto nivel; la tecnología también ha sido factor para los increíbles resultados que tienen hoy los golfistas de alto rendimiento desde el tee.
La conclusión a la que llegaron fue crear una regla local, exclusiva para jugadores de élite, ya sean amateurs de alto rendimiento y profesionales, de usar una pelota que limita las distancias.
Uno de los Par 5 más famosos en el mundo es el Hoyo 13 del Augusta National, de nombre Azalea. En 1934, la distancia desde el tee de salida a la bandera era de 480 yardas, un verdadero reto en ese entonces para todos los que buscaban subirse de dos golpes. Con el tiempo, se volvió predecible y , me atrevo a decir, aburrido. El año pasado, lo alargaron hasta 510 yardas, y para la edición de 2023, se aumentaron otras 35 (545 en total). Una decisión tomada por los organizadores del primer Major de la temporada para regresarle el protagonismo y nervios que ocasiona jugar este legendario hoyo.
En verano del 2022, se jugó la edición 150 del Open Championship, con sede en el emblemático St. Andrews, la casa de golf. Un campo que, por su origen, no ha sufrido modificaciones; sin duda, fue una gran fiesta deportiva, pero estuvo cerca de ser opacada debido al ritmo de juego: muchos de los Par 4 son alcanzables con el Driver, lo que causó rondas lentas y las ausencias de lluvias y viento durante los cuatro días, le dio al campeón Cameron Smith una tarjeta de 20-bajo-par y el segundo lugar, Cam Young, en -19.
Son números bajísimos para un evento de esta magnitud y que debe ser el más complicado de todos.
Infinidad de modificaciones han realizado la USGA y The R&A en la preparación de sus campos de cara a sus campeonatos principales para que sean más retadores para los jugadores profesionales y amateurs de algo rendimiento. De ahí, nace la necesidad de esta regla para controlar los vuelos de las pelotas.
Este cambio se conoce como “regla local” y cada torneo, Tour o institución decide si la aplica o no en sus competiciones, y entrará en vigor en el 2026.
Eventos oficiales de la USGA (los US Open y Amateur US Open en ramas varonil y femenil) y de The R&A (Abiertos Británicos) ya están confirmados que aplicarán esta regla en cuanto sea aprobado.
En lo personal, esta es una propuesta necesaria y que necesitaba llegar pronto para no hacer obsoletos a múltiples campos en todo el mundo, sobre todo sedes de eventos que más disfrutamos como aficionados.
Esta regla afectará solo al 1 por ciento de los jugadores que practican golf, es decir a los profesionales o los amateurs de alto nivel. Es importante que nosotros, los golfistas de recreación, podamos aprovechar los beneficios de la tecnología y que la misma nos ayude a estar más conectados al deporte.
Los campos han sufrido infinidad de cambios pero esto, en realidad, perjudica a los aficionados. Mayor cantidad de árboles o más distancia hacen al juego más lento o complicado para el 99 por ciento de los golfistas por el mundo.
Lo único que se toca es la pelota; los bastones se quedan como antes. Una decisión en la cual pudieron ser más tajantes. La tecnología seguirá avanzando, por lo que en 15-20 años nos volveremos a enfrentar a lo mismo. Por lo pronto, los campos que nos emocionan no se volverán obsoletos.
Anticipo muchas confusiones en eventos amateur, tiendas y por todo el mundo. Sin embargo, como en cualquier otro deporte, debemos adaptarnos a la nueva normalidad de golf. Estaremos atentos al PGA Tour y al resto de los Majors si deciden adaptar esta nueva regla.
Y tú, ¿estás de acuerdo?
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, trabajando en sus dos grandes pasiones, el golf y el cine. Actualmente es periodista de golf con un programa de radio semanal en La Octava Sports y es conductor en el podcast Bola de Caimanes. Ha colaborado en TV en programas cómo Adrenalina Golf y en medios impresos como Reforma, Milenio y Golf & Spa.
Es también productor de cine donde ha producido películas como Gimme The Power, Ilusión Nacional.