Scottie Scheffler mostró por qué es el mejor jugador del mundo y que su legado en la historia del golf internacional toma mayor fuerza.

El estadounidense y número uno del mundo conquistó el PGA Championship, su tercer Major y primero en otro campo que no fuera Augusta National. El texano, en un domingo desafiante en Quail Hollow, se impuso ante los mejores profesionales en un evento que tuvo algo de emoción, en gran parte por un Jon Rahm que hizo su mejor esfuerzo por incomodar al texano. 

Scheffler entregó una tarjeta final de 11-bajo-par para su segunda victoria en lo que va del año y mantener un gran nivel para los dos campeonatos mayores que restan en el verano: el US Open (por disputarse en el Oakmont Country Club) y The Open Championship (en Royal Portrush). 

Ya sin lodo en su pelota, el estadounidense dominó el fin de semana del PGA Championship, pero sin roces de dramatismo, como bien debe disfrutarse un Major. 

Scottie –contrario a lo que marcó el tablero final– no tuvo un domingo fácil para salir de Carolina del Norte con el Wanamaker Trophy en manos. El norteamericano hizo tres bogeys y apenas un birdie en los primeros nueve hoyos del recorrido. Desconectado desde el tee y poco certero alrededor de los greens, abrió oportunidades rumbo al último par de horas del PGA Championship 2025. 

Rahm empató a Scheffler antes de que el estadounidense pasara al back-nine. El español se encontraba dos grupos por delante y una racha de tres pájaros en cuatro hoyos, empalmada con los tropezones del estadounidense, ocasionó que este par de campeones del Masters empataran en la cima del tablero en Quail Hollow. 

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Pero al vasco se le enfrió el putt en los siguientes tres hoyos, mientras que el texano nunca perdió la cabeza, conversó varias veces con su caddie Ted Scott y recuperó ritmo con un birdie en el 10, para así colocarse de nueva cuenta como líder en solitario. 

El ibérico atacó el Par 5 del 15, tras no aprovechar el corto Par 4 del 14, en busca de la posibilidad de un eagle; siguió frío y solo sacó el par. Oportunidades como éstas no volverían a presentar en el tramo final de la sede, debido a que las últimas tres banderas del trazo son, estadísticamente, de lo más difícil que existe en el PGA Tour. 

Contrario Scheffler, quien acertó el birdie en el 14 para regresar a una tarjeta de par de campo y separasre por dos del jugador del LIV Golf. Rahm le hizo bogey –su primero del día– al 16, y dio por terminado su sueño de arrebatarle a Scottie lo que era suyo desde el comienzo. Para el 17 se fue al agua y cayó en el tablero. Un doble bogey en el 18 le afectó más en el cheque de premios.

El mejor jugador del mundo caminó relajado durante los últimos cuatro hoyos que le quedaban, para administrar la inevitable victoria, sensación similar a lo que vivió durante sus campeonatos en el Masters. Por fin pudo bajar a números rojos en el 15 y, con tres banderas por caminar, su ventaja ya era de cinco. 

Rumbo al green del 18, con seis golpes a su favor, abrazó a Scott, mientras su familia le esperaba para celebrar el título.

A pesar de un arranque comienzo de temporada, atrasada por una lesión en la mano debido a un incidente en casa, el texano sentenció el segundo Major del 2025, tercero en su cuenta personal y primero fuera del Augusta National. Si el front-nine no fue bueno, el back-nine lo sentenció con tres birdies y un bogey (en el 18).

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A sus 28 años de edad, el estadounidense ha alcanzado 15 títulos en la máxima categoría y ha extendido su dominio por los mejores campos del mundo. 

Davis Riley, Bryson DeChambeau, Harris English (-6), Taylor Penrith, JT Poston, Jonathan Vegas (-5), Rahm, Matt Fitzpatrick, Joe Highsmith, Denny McCarthy, Ryan Gerard, Ben Griffin y Joaquín Niemann (-4) completaron el Top 10. Para el chileno, su primero en un Major.