El Yin y Yang del Golf

Por: Alonso de la Garza Noriega

Hace un par de semana, Bryson Dechambeau firmó un 12-bajo-par (58) en el décimo torneo de la LIV Golf, en Greenbrier, haciéndole un espacio en la historia junto a Jim Furyk quien logró la misma hazaña en el año 2016 en la ronda final del Travelers Championship como los dos únicos jugadores en haber tirado un 58 en una ronda profesional de golf.

Este logro pone en perspectiva las similitudes de lo que son hoy en día las dos ligas de golf más grandes del mundo. Dechambeau demostró que en la LIV Golf también se escribe la historia y que sus jugadores sí se toman en serio cada ronda que juegan, y como no hacerlo, si en cada evento pelean por bolsas de 4 millones de dólares.

Ver a Bryson meter el birdie para el 58 en el hoyo 18 me recordó el inmenso talento golfístico que tiene el californiano. Con nueve victorias profesionales, incluyendo el US Open que ganó en el 2020 de manera dominante, Dechambeau es uno de los profesionales del golf con más victorias en los últimos 10 años, estadística que comparte con jugadores como Rory McIlroy, Dustin Johnson, Jordan Spieth y Tiger Woods,

También me hizo pensar lo mucho que extraño –por no decir necesito– ver a jugadores como él, Patrick Reed o el enemigo público #1 Phil Mickelson, competir semana con semana contra Jordan, Rory y Rahm.

No sé si es su altísimo nivel de golf, su soberbia constante o su ridícula manera de ver este deporte, lo que hace a estos jugadores una especia importantísima en la receta del golf competitivo, ya sea subiendo 23 kg. para pegarle más duro a la bola, declararle la guerra a la liga que financió tus apuestas durante años o hacer trampa constantemente en torneos.

Algo que no podemos negar con la ruptura entre los jugadores del PGA Tour y la LIV es que hoy en día los torneos profesionales son más aburridos que nunca, no se viven igual que antes, les falta alma, un je ne sais quoi. Pareciera que estamos viendo una obra de teatro mala, producida por Ortiz de Pinedo, en la que se reparten medallas y palmadas en la espalda porque así lo dice el libreto.

A lo largo de la historia las rivalidades han sido elemento vital para el desarrollo de cualquier historia, negocio o proyecto. Qué sería de Coca Cola si Pepsi no fuera el irreverente segundo lugar que lo impulsa a mejorar sus productos o su manera de promocionarlos, o qué sería de Messi sin Cristiano, es más, las rivalidades son tan necesarias que Batman nunca se deshace por completo del Guasón, cada tanto vuelve más fuerte y más malvado sacando a Batman de su marasmo y regresándole su propósito.

No conozco el final de la telenovela protagonizada por el PGA Tour y la LIV Golf, lo que si tengo claro es que esta vida es de balances, como diría un amigo “a veces toca ensalada y a veces cerveza” se necesita la petulancia “científica” de Bryson para que la “nobleza” de Rory florezca, ya que los héroes no son nada sin sus villanos.

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