Little Eye: Una “pequeña” actualización de 135 yardas
[HOYLAKE] En medio de un complicado Par 4, de 461 yardas, y un Par 5, de 609, el hoyo más difícil del Royal Liverpool, se encuentra en el corto Par 3, de 135 yardas, y apodado Little Eye.
Es uno nuevo dentro del campo clásico, inaugurado en 1869. Originalmente, se jugaba con viento a favor, es decir, se pegaba con el mar a la espalda; ahora, la dirección a la que tienes que mandar tu pelota es hacia las olas.
El resultado del cambio es un green volado, que se pierde a la vista por la inmensidad del mar y, aunque esto suene a una modificación radical, en realidad, es el menor.
“Es completamente distinto al que tenían antes”, comentó el español Jon Rahm, campeón de The Masters 2023. “Era un hoyo corto de bajada, con viento a favor, donde las orillas del green llevaban la pelota al centro del mismo. Me gustaba. Ahora, hicieron un Par 3 muy complicado, con el green en forma de caparazón, la pelotas se resbalan hacia afuera y rumbo a los bunkers. Pegas el green y tienes una buena oportunidad de birdie. No lo aciertas y tienes altas posibilidades de irte con un bogey”.
Opiniones encontradas sobre una bandera que ha tomado protagonismo en la edición 151 de The Open.
Para Brooks Koepka, campeón del PGA Championship 2023, fue una decisión correcta: “Soy un gran creyente de los Pares 3 cortos, difíciles de esa manera. No me encantan los de 250 o 260 yardas, me parecen un poco aburridos. Todos pegan un fierro 3 al mismo lugar. Para mí, los mejores que se han hecho son los de 165 yardas o menos. En el [Hoyo] 12 de Augusta National y en el 17 de TPC Sawgrass puedes salir fácilmente con un cinco [doble bogey] en la tarjeta”.
Mientras el campeón del US Open 2022, Matthew Fitzpatrick, firmó un seis en el Little Eye y casi le cuesta el corte, el mexicano Abraham Ancer embocó birdie y le aseguró su participación para el fin de semana.
“Te tienes que olvidar completamente de la bandera y tratar de ponerla en el centro del green. Si corta, se regresa a un búnker con mucha profundidad y es muy difícil, por lo que puedes quedarte ahí todo el día”, relato el oriundo en Reynosa, Tamaulipas.
Esto, sin lugar a dudas, no fue una decisión que se tomó a la ligera. Una de las razones principales fue incrementar el drama cuando se juegue el domingo como el hoyo 71 de The Open.
“De hecho, fue el mismo club [Royal Liverpool] el que se acercó a nosotros”, mencionó Martin Slumbers, CEO de la R&A. “Nos propusieron aprovechar las dunas que están junto al mar y voltear el hoyo. Inmediatamente nos dimos cuenta que le agrega suspenso”.
Y con apenas dos rondas jugadas el drama ya es latente. El jugador australiano Travis Smyth necesitó de cinco impactos en la primera ronda para terminar ese corto Par 3 y, en la segunda ronda, embocó el primer Hole-in-One oficial en ese agujero.
“Me parece que embona muy bien. De esta manera los últimos cuatro hoyos son: un Par 5 de 620 yardas, un Par 4 de 480, un par 3 136 y un Par 5 de 610, respectivamente. Cualquier cosa puede pasar,” remató Slumbers.
Si todos estos elementos no fueran suficientes, ahora la caminata del Green del 17, el hoyo 71 del torneo al tee del 18, el final de la competencia es mucho mas larga. Con tiempo de sobra para recapitular lo que acaba de suceder y lo que viene.
-Presentado por The Back9 Golf
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, trabajando en sus dos grandes pasiones, el golf y el cine. Actualmente es periodista de golf con un programa de radio semanal en La Octava Sports y es conductor en el podcast Bola de Caimanes. Ha colaborado en TV en programas cómo Adrenalina Golf y en medios impresos como Reforma, Milenio y Golf & Spa.
Es también productor de cine donde ha producido películas como Gimme The Power, Ilusión Nacional.