Respeten la historia de los campos restaurados

La Época Dorada de la Arquitectura de Golf en Estados Unidos se vivió entre 1900 y 1930. Exponentes como Donald Ross, Alister MacKenzie, Perry Maxwell, entre otros, trabajaron arduamente para dejar un legado importante.

Campos como Augusta National Golf Club, Riviera Country Club y Cypress Point Club fueron diseñados en ese lapso y por algunos de los nombres mencionados. 

Estos campos, a pesar de los longevos, todavía son sede de torneos importantes dentro del PGA Tour, y reciben a los mejores golfistas del mundo en caso de albergar algún Major

El Colonial Country Club, sede del Charles Schawb Challenge, donde Emiliano Grillo ganó el fin de semana pasado, es uno de estos casos. Es un diseño de Perry Maxwell, quien también creó Southern Hills, donde se llevó a cabo el PGA Championship el año pasado. 

Obviamente, en el primer tercio del siglo pasado, la tecnología dentro del golf no estaba ni cerca de la que conocemos hoy en día, poor lo que las distancias de dichos campos han tenido que modificarse para mantenerse vigentes a nuestros días. 

Proceso por el que ahora es sometido el Colonial, que se espera esté listo en menos de 365 días para cuando vuelva a recibir al máximo circuito del deporte.

¿Pero qué debe considerarse al hacerse remodelaciones y restauraciones?

Hace algunas décadas, ante el temor de que pudieran quedar obsoletos frente a la distancia con la que cuentan hoy en día los mejores golfista del mundo, se optó por complicarlos lo más posible, y en la mayoría de los casos perdieron la esencia original del arquitecto.

Hoy en día, afortunadamente, desde mi punto de vista, la tendencia ha cambiado: arquitectos de campos de golf, como Gil Hanse, con una escuela mucho más minimalista, se han dedicado a estudiar y analizar los trazos de estos arquitectos de la era de oro con el cometido de mantener lo más posible las ideas y los retos originales. Hanse está a cargo de la restauración del Colonial, pero también fue el encargado de renovar el antes mencionado Southern Hills y Los Angeles Country Club, que será sede el US Open en un par de semanas. 

La USGA se ha preocupado también por rescatar estos campos clásicos y volverlos parte de sus sedes, como sucedió con The Country Club en la edición pasada y como sucederá este año en California. El eje rector del golf en la Unión Americana, Puerto Rico y México ha trabajado muy de la mano con Hanse, para respetar la visión de los autores originales.

Augusta National también ha sido parte de estas actualizaciones y un claro ejemplo fue la restauración del icónico hoyo 13 para la última edición del Masters, logrando respetar la visión original del Dr. MacKenzie y volviendo a poner los bastones que de origen se buscaban en las manos de los golfistas

Al final, los que ganamos somos todos los golfistas. Tener la posibilidad de jugar estas joyas y obras maestras, tal como lo pensó el arquitecto original, pero aprovechando la tecnología actual es sin duda para celebrarse. Esperamos ya con ansias la reapertura de Colonial y poder volver en la televisión, así como descubrir Los Angeles Country Club por primera vez durante el US Open de este año.

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