El PGA Tour no quiso ver a Rory McIlroy campeón

Rory McIlroy volvió a subir a la cima del ranking mundial, precisamente cuando el PGA Tour necesita, más que nunca, que una de sus estrellas juegue bien, luzca y mantenga a la afición presente.

Con su triunfo en The CJ Cup, Rory le extendió su mano al comisionado Jay Monahan, para fortalecer al circuito en la disputa –que todavía no termina– ante el LIV Golf.

En su único evento otoñal con 15 de los mejores 20 golfistas del mundo y que concluyó en una épica batalla entre McIrloy y Jon Rahm, el PGA Tour solo transmitió algunas horitas del torneo, sobre todo cuando el LIV Golf puede ser visto en vivo a través de su cuenta de YouTube. Increíble.

Como consumidor de golf, uno paga GolfTV o contrata un sistema de cable con Golf Channel y/o ESPN para ver cada segundo y golpe; a pesar de ello, fue un fin de semana de mínima señal para ver este certamen. Con este tipo de situaciones, se entiende por qué el LIV ha podido crecer de alguna forma.

En esta semana tan especial para el aficionado del deporte, con transmisiones simultáneas de futbol, NFL, Grandes Ligas, Fórmula Uno, NBA e, incluso, hockey, el PGA Tour decidió no competir y recortó su espacio en pantalla.

Al menos, para el máximo circuito, el triunfo del norirlandés se vio, aunque fuera por partes.

En los próximos días se preguntará cuánto tiempo permanecerá Rory McIlroy –23 veces ganador en el PGA Tour– en el trono y cuándo vendrá ese anhelado Major, sobre todo el Masters. Estoy casi seguro que él cambiara su lugar en el ranking por una victoria en alguno de los cuatro “grandes”.

Muera el Rey, ¡viva el Rey!

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